Free Exam: PRUEBA DIAGNOSTICA DE 6 PARA INGRESO A GRADO 7
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[b][color=#ff0000][size=3]LICEO HISPANOAMERICANO[/size][/color][/b]
[b][size=3]PRUEBA DIAGNOSTICA[/size][/b]
[b][size=3]GRADO 7[/size][/b]
[b][size=3]ESPAÑOL[/size][/b]
[b][size=3]Lee y responde las preguntas 1-5[/size][/b]
[size=3]Narrador nato, estaba condenado a no poder hacer otra cosa con lo vivido que conjurarlo en un relato. Por eso, entre los escritores a quienes eligió como maestros del género —Poe, Maupassant, Kipling, Chejov, nada menos—, a quien más se parece es a Maupassant. Cierto que de los cuatro debió aprender y de los cuatro está hecho, pero no de la misma manera. Aunque con Chejov pueda haber descubierto la posibilidad de atrapar la luz de lo trascendente aun en seres oscuros, difícilmente se puede captar la respiración chejoviana en los cuentos de Quiroga. En cambio, sí es advertible la influencia de Poe, sobre todo en algunos de sus cuentos fantásticos y en la tendencia a privilegiar el miedo entre los sentimientos fecundos («Si se debiera juzgar el valor de los sentimientos por su intensidad, ninguno tan rico como el miedo», dice el narrador en su cuento «El galpón»), pero de ninguna manera el ascendiente de Poe se advierte en buena parte de sus cuentos realistas. En cuanto a la influencia de Kipling, en apariencia transparente en los cuentos que ocurren en la selva misionera, cito lo que, a propósito, señala Abelardo Castillo: «¿Qué es lo que lo diferencia de Kipling, con quien tiene en común la selva? (…) Su manera de situarse en el mundo que nos cuenta. Horacio Quiroga eligió la selva, es cierto, vale decir que también a él le era ajena, pero la eligió como un animal cerril que, sin saberlo, vuelve a la selva. [/size]
[size=3]Y, C[/size][size=3]on Maupassant tiene en común no sólo la capacidad feroz de trabajo y la compulsión de narrarlo todo (los dos parecen escribir bajo el principio básico del «nada de lo humano me es ajeno»), también, y sobre todo, la cualidad de capturar lo singular, lo narrable que hay en los tipos humanos más inesperados[/size]
[size=1]https://www.librosdemario.com/cuentos-escogidos-leer-online-gratis[/size]
[size=3][b]1. El propósito del texto acerca de horacio Quiroga es[/b][/size]
[b][size=3]PRUEBA DIAGNOSTICA[/size][/b]
[b][size=3]GRADO 7[/size][/b]
[b][size=3]ESPAÑOL[/size][/b]
[b][size=3]Lee y responde las preguntas 1-5[/size][/b]
[size=3]Narrador nato, estaba condenado a no poder hacer otra cosa con lo vivido que conjurarlo en un relato. Por eso, entre los escritores a quienes eligió como maestros del género —Poe, Maupassant, Kipling, Chejov, nada menos—, a quien más se parece es a Maupassant. Cierto que de los cuatro debió aprender y de los cuatro está hecho, pero no de la misma manera. Aunque con Chejov pueda haber descubierto la posibilidad de atrapar la luz de lo trascendente aun en seres oscuros, difícilmente se puede captar la respiración chejoviana en los cuentos de Quiroga. En cambio, sí es advertible la influencia de Poe, sobre todo en algunos de sus cuentos fantásticos y en la tendencia a privilegiar el miedo entre los sentimientos fecundos («Si se debiera juzgar el valor de los sentimientos por su intensidad, ninguno tan rico como el miedo», dice el narrador en su cuento «El galpón»), pero de ninguna manera el ascendiente de Poe se advierte en buena parte de sus cuentos realistas. En cuanto a la influencia de Kipling, en apariencia transparente en los cuentos que ocurren en la selva misionera, cito lo que, a propósito, señala Abelardo Castillo: «¿Qué es lo que lo diferencia de Kipling, con quien tiene en común la selva? (…) Su manera de situarse en el mundo que nos cuenta. Horacio Quiroga eligió la selva, es cierto, vale decir que también a él le era ajena, pero la eligió como un animal cerril que, sin saberlo, vuelve a la selva. [/size]
[size=3]Y, C[/size][size=3]on Maupassant tiene en común no sólo la capacidad feroz de trabajo y la compulsión de narrarlo todo (los dos parecen escribir bajo el principio básico del «nada de lo humano me es ajeno»), también, y sobre todo, la cualidad de capturar lo singular, lo narrable que hay en los tipos humanos más inesperados[/size]
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[size=3][b]1. El propósito del texto acerca de horacio Quiroga es[/b][/size]
Type: | Multiple choice |
Points: | 1 |
Randomize answers: | Yes |
Question 2
[b][size=3]Lee y responde las preguntas 1-5[/size][/b]
[size=3]Narrador nato, estaba condenado a no poder hacer otra cosa con lo vivido que conjurarlo en un relato. Por eso, entre los escritores a quienes eligió como maestros del género —Poe, Maupassant, Kipling, Chejov, nada menos—, a quien más se parece es a Maupassant. Cierto que de los cuatro debió aprender y de los cuatro está hecho, pero no de la misma manera. Aunque con Chejov pueda haber descubierto la posibilidad de atrapar la luz de lo trascendente aun en seres oscuros, difícilmente se puede captar la respiración chejoviana en los cuentos de Quiroga. En cambio, sí es advertible la influencia de Poe, sobre todo en algunos de sus cuentos fantásticos y en la tendencia a privilegiar el miedo entre los sentimientos fecundos («Si se debiera juzgar el valor de los sentimientos por su intensidad, ninguno tan rico como el miedo», dice el narrador en su cuento «El galpón»), pero de ninguna manera el ascendiente de Poe se advierte en buena parte de sus cuentos realistas. En cuanto a la influencia de Kipling, en apariencia transparente en los cuentos que ocurren en la selva misionera, cito lo que, a propósito, señala Abelardo Castillo: «¿Qué es lo que lo diferencia de Kipling, con quien tiene en común la selva? (…) Su manera de situarse en el mundo que nos cuenta. Horacio Quiroga eligió la selva, es cierto, vale decir que también a él le era ajena, pero la eligió como un animal cerril que, sin saberlo, vuelve a la selva. [/size]
[size=3]Y, C[/size][size=3]on Maupassant tiene en común no sólo la capacidad feroz de trabajo y la compulsión de narrarlo todo (los dos parecen escribir bajo el principio básico del «nada de lo humano me es ajeno»), también, y sobre todo, la cualidad de capturar lo singular, lo narrable que hay en los tipos humanos más inesperados[/size]
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[b][size=3]2. Con base en el texto, se puede afirmar que la escritura de Quiroga[/size][/b]
[size=3]Narrador nato, estaba condenado a no poder hacer otra cosa con lo vivido que conjurarlo en un relato. Por eso, entre los escritores a quienes eligió como maestros del género —Poe, Maupassant, Kipling, Chejov, nada menos—, a quien más se parece es a Maupassant. Cierto que de los cuatro debió aprender y de los cuatro está hecho, pero no de la misma manera. Aunque con Chejov pueda haber descubierto la posibilidad de atrapar la luz de lo trascendente aun en seres oscuros, difícilmente se puede captar la respiración chejoviana en los cuentos de Quiroga. En cambio, sí es advertible la influencia de Poe, sobre todo en algunos de sus cuentos fantásticos y en la tendencia a privilegiar el miedo entre los sentimientos fecundos («Si se debiera juzgar el valor de los sentimientos por su intensidad, ninguno tan rico como el miedo», dice el narrador en su cuento «El galpón»), pero de ninguna manera el ascendiente de Poe se advierte en buena parte de sus cuentos realistas. En cuanto a la influencia de Kipling, en apariencia transparente en los cuentos que ocurren en la selva misionera, cito lo que, a propósito, señala Abelardo Castillo: «¿Qué es lo que lo diferencia de Kipling, con quien tiene en común la selva? (…) Su manera de situarse en el mundo que nos cuenta. Horacio Quiroga eligió la selva, es cierto, vale decir que también a él le era ajena, pero la eligió como un animal cerril que, sin saberlo, vuelve a la selva. [/size]
[size=3]Y, C[/size][size=3]on Maupassant tiene en común no sólo la capacidad feroz de trabajo y la compulsión de narrarlo todo (los dos parecen escribir bajo el principio básico del «nada de lo humano me es ajeno»), también, y sobre todo, la cualidad de capturar lo singular, lo narrable que hay en los tipos humanos más inesperados[/size]
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[b][size=3]2. Con base en el texto, se puede afirmar que la escritura de Quiroga[/size][/b]
Type: | Multiple choice |
Points: | 1 |
Randomize answers: | Yes |
Question 3
[b][size=3]Lee y responde las preguntas 1-5[/size][/b]
[size=3]Narrador nato, estaba condenado a no poder hacer otra cosa con lo vivido que conjurarlo en un relato. Por eso, entre los escritores a quienes eligió como maestros del género —Poe, Maupassant, Kipling, Chejov, nada menos—, a quien más se parece es a Maupassant. Cierto que de los cuatro debió aprender y de los cuatro está hecho, pero no de la misma manera. Aunque con Chejov pueda haber descubierto la posibilidad de atrapar la luz de lo trascendente aun en seres oscuros, difícilmente se puede captar la respiración chejoviana en los cuentos de Quiroga. En cambio, sí es advertible la influencia de Poe, sobre todo en algunos de sus cuentos fantásticos y en la tendencia a privilegiar el miedo entre los sentimientos fecundos («Si se debiera juzgar el valor de los sentimientos por su intensidad, ninguno tan rico como el miedo», dice el narrador en su cuento «El galpón»), pero de ninguna manera el ascendiente de Poe se advierte en buena parte de sus cuentos realistas. En cuanto a la influencia de Kipling, en apariencia transparente en los cuentos que ocurren en la selva misionera, cito lo que, a propósito, señala Abelardo Castillo: «¿Qué es lo que lo diferencia de Kipling, con quien tiene en común la selva? (…) Su manera de situarse en el mundo que nos cuenta. Horacio Quiroga eligió la selva, es cierto, vale decir que también a él le era ajena, pero la eligió como un animal cerril que, sin saberlo, vuelve a la selva. [/size]
[size=3]Y, C[/size][size=3]on Maupassant tiene en común no sólo la capacidad feroz de trabajo y la compulsión de narrarlo todo (los dos parecen escribir bajo el principio básico del «nada de lo humano me es ajeno»), también, y sobre todo, la cualidad de capturar lo singular, lo narrable que hay en los tipos humanos más inesperados[/size]
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[b][size=3]3. Según el texto, se puede inferir que[/size][/b]
[size=3]Narrador nato, estaba condenado a no poder hacer otra cosa con lo vivido que conjurarlo en un relato. Por eso, entre los escritores a quienes eligió como maestros del género —Poe, Maupassant, Kipling, Chejov, nada menos—, a quien más se parece es a Maupassant. Cierto que de los cuatro debió aprender y de los cuatro está hecho, pero no de la misma manera. Aunque con Chejov pueda haber descubierto la posibilidad de atrapar la luz de lo trascendente aun en seres oscuros, difícilmente se puede captar la respiración chejoviana en los cuentos de Quiroga. En cambio, sí es advertible la influencia de Poe, sobre todo en algunos de sus cuentos fantásticos y en la tendencia a privilegiar el miedo entre los sentimientos fecundos («Si se debiera juzgar el valor de los sentimientos por su intensidad, ninguno tan rico como el miedo», dice el narrador en su cuento «El galpón»), pero de ninguna manera el ascendiente de Poe se advierte en buena parte de sus cuentos realistas. En cuanto a la influencia de Kipling, en apariencia transparente en los cuentos que ocurren en la selva misionera, cito lo que, a propósito, señala Abelardo Castillo: «¿Qué es lo que lo diferencia de Kipling, con quien tiene en común la selva? (…) Su manera de situarse en el mundo que nos cuenta. Horacio Quiroga eligió la selva, es cierto, vale decir que también a él le era ajena, pero la eligió como un animal cerril que, sin saberlo, vuelve a la selva. [/size]
[size=3]Y, C[/size][size=3]on Maupassant tiene en común no sólo la capacidad feroz de trabajo y la compulsión de narrarlo todo (los dos parecen escribir bajo el principio básico del «nada de lo humano me es ajeno»), también, y sobre todo, la cualidad de capturar lo singular, lo narrable que hay en los tipos humanos más inesperados[/size]
[size=1]https://www.librosdemario.com/cuentos-escogidos-leer-online-gratis[/size]
[b][size=3]3. Según el texto, se puede inferir que[/size][/b]
Type: | Multiple choice |
Points: | 1 |
Randomize answers: | Yes |
Question 4
[b][size=3]Lee y responde las preguntas 1-5[/size][/b]
[size=3]Narrador nato, estaba condenado a no poder hacer otra cosa con lo vivido que conjurarlo en un relato. Por eso, entre los escritores a quienes eligió como maestros del género —Poe, Maupassant, Kipling, Chejov, nada menos—, a quien más se parece es a Maupassant. Cierto que de los cuatro debió aprender y de los cuatro está hecho, pero no de la misma manera. Aunque con Chejov pueda haber descubierto la posibilidad de atrapar la luz de lo trascendente aun en seres oscuros, difícilmente se puede captar la respiración chejoviana en los cuentos de Quiroga. En cambio, sí es advertible la influencia de Poe, sobre todo en algunos de sus cuentos fantásticos y en la tendencia a privilegiar el miedo entre los sentimientos fecundos («Si se debiera juzgar el valor de los sentimientos por su intensidad, ninguno tan rico como el miedo», dice el narrador en su cuento «El galpón»), pero de ninguna manera el ascendiente de Poe se advierte en buena parte de sus cuentos realistas. En cuanto a la influencia de Kipling, en apariencia transparente en los cuentos que ocurren en la selva misionera, cito lo que, a propósito, señala Abelardo Castillo: «¿Qué es lo que lo diferencia de Kipling, con quien tiene en común la selva? (…) Su manera de situarse en el mundo que nos cuenta. Horacio Quiroga eligió la selva, es cierto, vale decir que también a él le era ajena, pero la eligió como un animal cerril que, sin saberlo, vuelve a la selva. [/size]
[size=3]Y, C[/size][size=3]on Maupassant tiene en común no sólo la capacidad feroz de trabajo y la compulsión de narrarlo todo (los dos parecen escribir bajo el principio básico del «nada de lo humano me es ajeno»), también, y sobre todo, la cualidad de capturar lo singular, lo narrable que hay en los tipos humanos más inesperados[/size]
[size=1]https://www.librosdemario.com/cuentos-escogidos-leer-online-gratis[/size]
[size=3][b]4. [/b]En la expresión Narrador nato, estaba [b]condenado[/b] a no poder hacer otra cosa con lo vivido que conjurarlo en un relato. La palabra destacada hace referencia.[/size]
[size=3]Narrador nato, estaba condenado a no poder hacer otra cosa con lo vivido que conjurarlo en un relato. Por eso, entre los escritores a quienes eligió como maestros del género —Poe, Maupassant, Kipling, Chejov, nada menos—, a quien más se parece es a Maupassant. Cierto que de los cuatro debió aprender y de los cuatro está hecho, pero no de la misma manera. Aunque con Chejov pueda haber descubierto la posibilidad de atrapar la luz de lo trascendente aun en seres oscuros, difícilmente se puede captar la respiración chejoviana en los cuentos de Quiroga. En cambio, sí es advertible la influencia de Poe, sobre todo en algunos de sus cuentos fantásticos y en la tendencia a privilegiar el miedo entre los sentimientos fecundos («Si se debiera juzgar el valor de los sentimientos por su intensidad, ninguno tan rico como el miedo», dice el narrador en su cuento «El galpón»), pero de ninguna manera el ascendiente de Poe se advierte en buena parte de sus cuentos realistas. En cuanto a la influencia de Kipling, en apariencia transparente en los cuentos que ocurren en la selva misionera, cito lo que, a propósito, señala Abelardo Castillo: «¿Qué es lo que lo diferencia de Kipling, con quien tiene en común la selva? (…) Su manera de situarse en el mundo que nos cuenta. Horacio Quiroga eligió la selva, es cierto, vale decir que también a él le era ajena, pero la eligió como un animal cerril que, sin saberlo, vuelve a la selva. [/size]
[size=3]Y, C[/size][size=3]on Maupassant tiene en común no sólo la capacidad feroz de trabajo y la compulsión de narrarlo todo (los dos parecen escribir bajo el principio básico del «nada de lo humano me es ajeno»), también, y sobre todo, la cualidad de capturar lo singular, lo narrable que hay en los tipos humanos más inesperados[/size]
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[size=3][b]4. [/b]En la expresión Narrador nato, estaba [b]condenado[/b] a no poder hacer otra cosa con lo vivido que conjurarlo en un relato. La palabra destacada hace referencia.[/size]
Type: | Multiple choice |
Points: | 1 |
Randomize answers: | Yes |
Question 5
[b][size=3]Lee y responde las preguntas 1-5[/size][/b]
[size=3]Narrador nato, estaba condenado a no poder hacer otra cosa con lo vivido que conjurarlo en un relato. Por eso, entre los escritores a quienes eligió como maestros del género —Poe, Maupassant, Kipling, Chejov, nada menos—, a quien más se parece es a Maupassant. Cierto que de los cuatro debió aprender y de los cuatro está hecho, pero no de la misma manera. Aunque con Chejov pueda haber descubierto la posibilidad de atrapar la luz de lo trascendente aun en seres oscuros, difícilmente se puede captar la respiración chejoviana en los cuentos de Quiroga. En cambio, sí es advertible la influencia de Poe, sobre todo en algunos de sus cuentos fantásticos y en la tendencia a privilegiar el miedo entre los sentimientos fecundos («Si se debiera juzgar el valor de los sentimientos por su intensidad, ninguno tan rico como el miedo», dice el narrador en su cuento «El galpón»), pero de ninguna manera el ascendiente de Poe se advierte en buena parte de sus cuentos realistas. En cuanto a la influencia de Kipling, en apariencia transparente en los cuentos que ocurren en la selva misionera, cito lo que, a propósito, señala Abelardo Castillo: «¿Qué es lo que lo diferencia de Kipling, con quien tiene en común la selva? (…) Su manera de situarse en el mundo que nos cuenta. Horacio Quiroga eligió la selva, es cierto, vale decir que también a él le era ajena, pero la eligió como un animal cerril que, sin saberlo, vuelve a la selva. [/size]
[size=3]Y, C[/size][size=3]on Maupassant tiene en común no sólo la capacidad feroz de trabajo y la compulsión de narrarlo todo (los dos parecen escribir bajo el principio básico del «nada de lo humano me es ajeno»), también, y sobre todo, la cualidad de capturar lo singular, lo narrable que hay en los tipos humanos más inesperados[/size]
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[size=3][b]5. En el texto, la comparación con otros actores es utilizada para[/b][/size]
[size=3]Narrador nato, estaba condenado a no poder hacer otra cosa con lo vivido que conjurarlo en un relato. Por eso, entre los escritores a quienes eligió como maestros del género —Poe, Maupassant, Kipling, Chejov, nada menos—, a quien más se parece es a Maupassant. Cierto que de los cuatro debió aprender y de los cuatro está hecho, pero no de la misma manera. Aunque con Chejov pueda haber descubierto la posibilidad de atrapar la luz de lo trascendente aun en seres oscuros, difícilmente se puede captar la respiración chejoviana en los cuentos de Quiroga. En cambio, sí es advertible la influencia de Poe, sobre todo en algunos de sus cuentos fantásticos y en la tendencia a privilegiar el miedo entre los sentimientos fecundos («Si se debiera juzgar el valor de los sentimientos por su intensidad, ninguno tan rico como el miedo», dice el narrador en su cuento «El galpón»), pero de ninguna manera el ascendiente de Poe se advierte en buena parte de sus cuentos realistas. En cuanto a la influencia de Kipling, en apariencia transparente en los cuentos que ocurren en la selva misionera, cito lo que, a propósito, señala Abelardo Castillo: «¿Qué es lo que lo diferencia de Kipling, con quien tiene en común la selva? (…) Su manera de situarse en el mundo que nos cuenta. Horacio Quiroga eligió la selva, es cierto, vale decir que también a él le era ajena, pero la eligió como un animal cerril que, sin saberlo, vuelve a la selva. [/size]
[size=3]Y, C[/size][size=3]on Maupassant tiene en común no sólo la capacidad feroz de trabajo y la compulsión de narrarlo todo (los dos parecen escribir bajo el principio básico del «nada de lo humano me es ajeno»), también, y sobre todo, la cualidad de capturar lo singular, lo narrable que hay en los tipos humanos más inesperados[/size]
[size=1]https://www.librosdemario.com/cuentos-escogidos-leer-online-gratis[/size]
[size=3][b]5. En el texto, la comparación con otros actores es utilizada para[/b][/size]
Type: | Multiple choice |
Points: | 1 |
Randomize answers: | Yes |